domingo, 28 de enero de 2018

Eficaz.

A mi no me jodas,
y si vas a hacerme daño hazlo rápido, como si me sacaras un cristal clavado en la mano.
No juegues con frasecitas esperanzadoras de 'el tiempo dirá' porque se intuye de sobra que no dice nada, que somos nosotros mismos los que sabemos lo que hay.
No me tengas como un pasatiempo, ni como una ruta de aprendizaje porque sino los dos sabemos que este camino acaba en hostia,
en hostia contra un muro de hormigón sin ningún puto freno de mano echado.
Si no deseas mi piel erizada por tus caricias.
Si sólo te basta besarme una vez.
Si sólo me sueñas dormido.
O si en vez de echarme de menos, me echas de más; no me jodas,
y hazlo rápido. 

domingo, 2 de julio de 2017

Tú.

Poeta, escribamos un par de versos o tres o bueno los que el cuerpo aguante. Pero escribamonos, sin amor. O joder, con amor. Y hagamoslo, mirandonos a los ojos. Perdidos. Sin rumbo alguno. Siendo eso que llaman libertad. Erizame cada centímetro de piel; tocándonos hasta fundirnos.
Quiero ver el surco de mi uñas en tu cuerpo, formando el camino de ida, sin vuelta.
Susúrrame hasta llevarme al orgasmo. Sé un huracán para agirtame la vida; pero
bailemos lento, sin prisa.
Acariciemonos. Destrozando cualquier tipo de colchón. Y corrernos a la vez.
Eso sí que es poesía.

lunes, 13 de marzo de 2017

Song to the siren.

Nunca me olvides, aunque me atrevería a decir que nunca lo harás.
Te perderás en mil piernas de infarto, en sonrisas deslumbrantes y miradas que clavan arpones, y te sentirás preso por ellas, por musas vacías, musas que te arrancarán el sentido y harán que te hundas, otra vez. Y entonces, me recordarás.
Recordaras la sonrisa que hacía verte la vida de otra forma, mis labios repletitos de besos que siempre tenía para ti y que te los repartía por toda la cara, sin control, con locura.
Recordarás mis manos suaves acariciándote el pelo,
entrelazadas y sin ningún tipo de miedo por medio.
Recordarás el poco sentido de muchas frases que te decía, y veías absurdas, pero te reías.
Mis chistes malos.
Recordarás, el brillo de ojos que tenía el primer día que nos conocimos.
Mis teorías sobre el universo, las energías y toda esa mierda que te hace creer en algo, por estúpidas que parezcan.
Recordarás mi espíritu libre que te hacía volar.
Mis braguitas sexys de las seis de la mañana.
Mis abrazos largos que hacían envolverte en suspiros.
Recordarás mi personalidad.
Mis lunares.
Absolutamente todo, incluso ni lo que sabías.
Me recordarás y es jodido pero es lo que seré, un recuerdo.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Extraordinaria.

Se desnudaba con extremoduro de fondo y hacía poesía
cada vez que sonreía, y era entonces cuando te hacía perder la cabeza. Bailar entre sus piernas era el mejor tango que conocía, sensual, sin prisa
pero intenso como un beso de despedida.
Pocos eran los que se atrevían ir más allá. Ir más allá de incontrolables lametones entre costilla,
de juergas de un solo día.
Que poca valentía.
Sabían que estaba loca y llena de alegría que solo hacía caso a sus impulsos de 'aquí y ahora' y de '¿Porque no?' Y eso les jodía,
porque derrumbaba cualquier tipo de predeterminado esquema y se quedaban insólitos, perplejos de porque ella. De porque Yo.
Asi que allí estaba, llena de orgasmos pero con media almohada vacía. Esperando que algún hombre le diera los buenos días,
de una manera distinta.
Como ella se merecía. Alguien con esas ganas de he venido a quedarme 'aquí y ahora, ¿Porque no?'.
Alguien con ganas de vivir la vida, de no pensar, der ser diferente, como ella. Como Yo.
Alguien capaz de arrancarla la tristeza de un mordisco y no el sujetador.
Alguien para ella. Alguien para mi.

domingo, 15 de enero de 2017


Solo un segundo.


Dicen que el amor a primera vista no existe, pero como se equivocan, solo me bastó un segundo para saber que como quería verle era despeinado cada mañana, angustiado porque su trabajo es una mierda pero su sonrisa es demasiado grande para darse cuenta de ello.
Refugiarme en sus bostezos. Esnifarme su fragancia al soplar el humo del café. Colgarme de sus ojeras tras una noche de revolución, de manifestación porque no fuera justo el no poder darle todo lo que se merecía.
Viajar por su cuerpo de lunar en lunar, en tantos días como él me dejase. Explorar cada zona, y admirar como relucían sus ojos, como el mayor tesoro buscado. Y encontrado.
Quería engancharme a sus labios, ser trapecista, y bailar en el filo de su lengua. Ser su musa, y que me pudiera pintar cada palmo de mi cuerpo, con sus dedos, con sus garras de lobo hambriento que devora pero no mata. Que te hace respirar profundo y sentirte Caperucita valiente por dar un paso tan arriesgado.
Solo me bastó un segundo para saber que como quería verte era a mi lado.

martes, 29 de noviembre de 2016


Volare.

Me gusta escaparme, volar como un globo soltado de la mano de un niño. Sin rumbo. Alto. Ser capaz de sentir el cielo en mis manos y no preocuparme por caer porque resulta imposible. Solitaria en mitad de la nada, y las ganas repletas de comerme el mundo.
 El corazón mas vivo que nunca, sin cadenas, prejuicios o esa clase de estupideces que hemos creado. Tirarnos de un precipicio, sí, tirarnos, y desplegar esas alas que todos tenemos y que muchos, cegados por el miedo, no se dan cuenta que son preciosas.
Echo a correr, sin más, ¿porque tener una razón para hacerlo? Salto de cabeza en cabeza y me cuelo en cada rincón, en cada costilla mordida. Retuerzo las agujas del reloj y las clavo para curar cicatrices, ya que dicen que el tiempo las salva. Soñar con el significado de la palabra vivir, dejarme llevar y quererte, amarte, devorarte, todo a ti.
Besar cada botella perdida en el mar y bailar entre hogueras, sin quemarme, siendo feliz. Siendo libre.

jueves, 27 de octubre de 2016

Hace un tiempo.

Hola Madrid, ¿te acuerdas de mí?, bueno, quizás te acuerdas de lo que fui, de lo que fuimos, él y yo. Te escribo para avisarte que todo cambió; que él ya no va a mi lado así que ya puedes poner bien en funcionamiento los semáforos, que ya no hace falta que los pongas en rojo justo cuando íbamos a cruzar para poder besarnos. No hace falta que nos asombres con tus pigmentos cálidos en las fachadas cada atardecer para pararnos en seco a contemplarlas y fotografiarnos como si fuéramos dos bellas esculturas. Que non hace falta que la azotea del Círculo de Bellas Artes se acuerde de nuestras sonrisas. Que no hace falta que el Museo del Prado al que tu acoges en tu regazo, hagan que revivan sus pinturas para ver tal precioso lienzo realista como era él. Ya no hace falta que Debod calle nuestro secreto. Ya no hace falta nada, sólo te pido que sigas como siempre, tan bonita y tan mágica para que él pueda respirar mi ausencia.